Objetivos específicos: 

Los objetivos específicos derivan de los generales. Se enfocan en áreas particulares que necesitan atención y acción directa. Estos objetivos se traducen en medidas concretas con un calendario definido para su implementación. Algunos de los más importantes son:

Acciones concretas para promover la equidad

• Garantizar la igualdad retributiva: Es crucial asegurar que hombres y mujeres reciban una remuneración justa por trabajos de igual valor. Se deben corregir disparidades salariales y garantizar equidad en la remuneración.
• Prevenir y actuar frente al acoso sexual y por razón de sexo: La empresa debe contar con medidas de sensibilización y procedimientos de denuncia. Esto ayudará a prevenir el acoso y a actuar rápidamente en caso de que ocurra.
• Facilitar la conciliación de la vida personal y laboral: Se deben implementar medidas para que los empleados puedan equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares. Esto favorece la corresponsabilidad y evita la discriminación de género.

Favorecer la inclusión de las mujeres

• Favorecer la incorporación de mujeres y su acceso a puestos de responsabilidad: Es clave promover la contratación y promoción de mujeres en puestos de liderazgo. Esto asegura un equilibrio de género en todos los niveles jerárquicos.
• Favorecer la representación femenina en departamentos masculinizados: Se debe promover la contratación de mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres, para combatir la infrarrepresentación femenina.
• Promover la salud laboral desde una perspectiva de género: Las políticas de salud y seguridad deben abordar las necesidades específicas de mujeres y hombres, garantizando que sean inclusivas y no discriminatorias.
• Garantizar un proceso de promoción y clasificación profesional sin sesgos de género: Se deben regular los criterios para clasificación y ascensos profesionales, para evitar cualquier tipo de discriminación de género.

Promover la salud laboral y la igualdad de género

• Promover evaluaciones periódicas del principio de igualdad: Se deben realizar evaluaciones recurrentes para asegurar el cumplimiento de la igualdad en todos los aspectos de la empresa. Esto ayudará a identificar áreas de mejora y ajustar las políticas necesarias.
• Emplear formas de comunicación no sexistas: La empresa debe promover el uso de lenguaje inclusivo y no sexista, eliminando estereotipos de género en todas sus comunicaciones.
• Atención a víctimas de violencia de género: Las trabajadoras víctimas de violencia de género deben contar con un protocolo de acompañamiento laboral. Esto incluirá información sobre sus derechos y los recursos disponibles tanto internos como externos.

Los objetivos del plan de igualdad son cruciales para promover la equidad de género en el entorno laboral. Sirven como punto de partida para implementar acciones concretas que aseguren igualdad de trato y oportunidades para todas las personas trabajadoras. Con objetivos generales y específicos, las empresas pueden avanzar hacia una cultura organizacional inclusiva y equitativa.

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