Sancionan con 15.000 euros a un colegio al leer una profesora, un email de un padre denunciando acoso a su hija
Sancionan a una profesora por leer en frente de su clase un correo de un padre de una alumna que denunciaba el acoso sufrido por su hija. El hombre envió el email con tal de solicitar una tutoría para conocer la información sobre la evolución de la asignatura. La Agencia Española de Protección de Datos ha impuesto una sanción de 15.000 euros a un centro concertado de Jaén, aunque tras acogerse a las reducciones por asumir la responsabilidad y renunciar a cualquier recurso por vía administrativa, ha quedado en 9.000 euros.
El progenitor hizo saber a la profesora que su hija se sentía abandonada, desatendida, insultada y maltratada de forma despectiva con terceros o con la otra clase.
La docente reveló el contenido del email compartiéndolo con todos los alumnos incluida la alumna a la que hacía referencia el padre. La intervención hizo que la menor tuviera más presión y tras esa vivencia, el padre solicitó el inicio de un expediente informativo con tal de proteger los derechos de su hija, al quebrantar los derechos de confidencialidad y profesional.
La importancia de proteger la confidencialidad y la privacidad
Tras el conocimiento y después de que los padres denunciaran que se había vulnerado la intimidad de su hija, la dirección admitió el error y la mala praxis con la que había actuado pidiendo disculpas.
El incidente se agravó cuando dijo en voz alta que había herido los sentimientos de algún compañero y que por lo visto ya no se podía ni decir la verdad. Suponiendo un nuevo quebrantamiento de secreto profesional.
Durante la reunión con la profesora, esta acusó a los padres de actuar mal y de no saber educar a sus hijos. Considerando los progenitores aquella reunión como una violación del protocolo de violencia, acoso o maltrato. Vulnerando la norma 20/06/3022 por la que se adoptan medidas para la promoción de la convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos, regulando el derecho de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos.
Consecuencias de no proteger la confidencialidad
Este caso pone de manifiesto la importancia de proteger la confidencialidad y la privacidad en el ámbito educativo, especialmente cuando se manejan asuntos sensibles que involucran a menores. La actuación de la profesora, al leer públicamente un correo que contenía información personal y delicada, supuso una vulneración evidente de los derechos fundamentales de la alumna y de su familia, además de quebrantar las normas profesionales y éticas que rigen la relación entre docentes y estudiantes.
Este tipo de conductas no solo afectan la confianza entre padres y escuela, sino que también agravan la situación emocional de los menores implicados.
La sanción impuesta refleja la creciente relevancia que tiene la protección de datos en el entorno educativo y la necesidad de formar adecuadamente al personal docente en materia de confidencialidad y gestión responsable de la información. Este caso sirve como ejemplo y advertencia sobre las consecuencias de una mala praxis comunicativa dentro del aula, recordando que el respeto, la discreción y la empatía son pilares esenciales para garantizar un entorno escolar seguro y respetuoso para todos.










