Protección de datos en 2026: cuando la IA se convierte en el mayor riesgo de ciberseguridad

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En 2026 las organizaciones se preparan para un escenario tecnológico más complejo, donde la inteligencia artificial no solo impulsa la innovación, sino que también se convierte en una de las principales fuentes de riesgo para la protección de los datos empresariales.

Así lo refleja un reciente estudio elaborado por Veeam Software a partir de la opinión de altos directivos y responsables de TI. Las conclusiones apuntan a un cambio significativo en el mapa de amenazas: los ataques impulsados por IA ya superan al ransomware como la mayor preocupación en materia de seguridad de la información.

Ataques con IA: la nueva amenaza

Dos tercios de los directivos encuestados identifican los ataques generados mediante inteligencia artificial como el riesgo más importante para la protección de datos. Este tipo de amenazas, más sofisticadas y difíciles de detectar, han desplazado al ransomware, que hasta ahora ocupaba el primer puesto en la lista de peligros digitales.

La inquietud no se limita únicamente a los ataques. La regulación de la IA y el cumplimiento de la soberanía del dato se consolidan como factores críticos que las empresas deberán gestionar con especial cuidado en los próximos años.

Para casi la mitad de los responsables consultados, la ciberseguridad será el principal elemento disruptivo a corto plazo. A cierta distancia aparecen otros desafíos relevantes, como el grado de madurez de la inteligencia artificial y el marco normativo que la rodea. Aspectos tradicionales como la falta de talento especializado o los costes asociados a la nube quedan relegados a un segundo plano.

Cuando se analiza el nivel de preparación de las organizaciones, los resultados son reveladores: los ciberataques y los fallos derivados de la automatización o de sistemas de IA son los ámbitos en los que las empresas reconocen sentirse más vulnerables.

Más inversión y foco en la resiliencia

Ante este panorama, los departamentos de TI están ajustando sus prioridades. El refuerzo de la ciberseguridad se perfila como una de las principales iniciativas estratégicas para 2026, junto con el desarrollo de la resiliencia de los datos. De hecho, más de la mitad de las organizaciones prevé aumentar su presupuesto destinado a protección y recuperación de la información.

Una parte significativa de los directivos considera este aspecto como crítico, lo que refleja una mayor conciencia sobre dónde se almacenan los datos y bajo qué jurisdicciones operan.

Responsabilidad compartida y nuevos enfoques

El estudio también pone de manifiesto una visión más amplia de la seguridad. La mayoría de los directivos cree que será imprescindible exigir el cumplimiento normativo en materia de seguridad a socios y proveedores. Además, se percibe que una mayor implicación del nivel ejecutivo podría mejorar de forma notable la protección de los datos.

En cuanto al ransomware, una amplia mayoría respalda medidas más contundentes, como la prohibición del pago de rescates, apostando por estrategias de prevención y recuperación más sólidas.

Preparación insuficiente y visibilidad limitada

Pese a los avances, persisten importantes carencias. Solo una minoría de los directivos se muestra plenamente confiada en su capacidad para recuperar datos críticos tras un ataque avanzado. Asimismo, existe preocupación por la dependencia de proveedores cloud y el impacto que una interrupción prolongada del servicio podría tener en la continuidad del negocio.

A esto se suma otro problema creciente: la expansión de los entornos tecnológicos está reduciendo la visibilidad sobre los datos, lo que dificulta su control y protección.

La combinación de ciberseguridad e inteligencia artificial marcará el rumbo de las organizaciones en los próximos años. Como señalan desde Veeam, el reto no consiste solo en adoptar nuevas tecnologías, sino en hacerlo de forma responsable, priorizando la resiliencia, el cumplimiento normativo y una gestión integral del riesgo.

La protección de los datos deja de ser un asunto puramente técnico para convertirse en una cuestión estratégica principal. En Forlopd tenemos una amplia experiencia ayudando a empresas a proteger la información privada de sus clientes y preparando los sistemas para certificar, mediante normativas ISO de seguridad, el esquema nacional de seguridad (ENS). También puedes solicitarnos un análisis de cumplimiento a través de la sección de contacto y nuestros especialistas te guiarán.

Fuente: silicon.es