La UE y el Reino Unido aseguran el libre intercambio de datos personales hasta 2031

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La Unión Europea ha dado un paso importante para consolidar su relación con el Reino Unido en materia digital: ha extendido hasta finales de 2031 las decisiones que permiten el flujo de datos personales sin restricciones entre ambas partes. Esta ampliación garantiza que empresas, instituciones públicas y ciudadanos mantengan un intercambio estable de información tras el Brexit.

Tras la salida del Reino Unido del bloque comunitario, uno de los principales desafíos ha sido asegurar que los datos personales, como los utilizados por empresas o para servicios públicos, puedan seguir circulando sin necesidad de mecanismos adicionales de protección. La Comisión Europea ha confirmado que el marco jurídico británico brinda un nivel de protección de datos comparable al de la UE, lo que permite prolongar este flujo libre hasta el 27 de diciembre de 2031.

Este acuerdo se basa en las llamadas decisiones de adecuación, que son evaluaciones formales mediante las cuales la UE determina si un país tercero ofrece garantías suficientes para proteger los datos personales conforme a normas europeas

¿Por qué era necesario extenderlo?

Las decisiones iniciales, adoptadas en 2021, estaban destinadas a expirar a finales de 2025. Para evitar interrupciones mientras se analizaba la legislación británica, especialmente tras cambios normativos recientes como la Data (Use and Access) Act, la Comisión aprobó una extensión técnica de seis meses y, finalmente, ha formalizado la renovación por seis años.

¿Qué impacto tiene para empresas y ciudadanos?

La continuidad del libre flujo de datos ofrece seguridad jurídica tanto para negocios como para organismos públicos que dependen del intercambio transfronterizo de información. Esto es esencial para sectores como el comercio electrónico, servicios en la nube, comunicaciones o incluso la cooperación judicial y policial.

Además, la decisión incluye un mecanismo de revisión conjunto entre la Comisión Europea y el Comité Europeo de Protección de Datos, que evaluará cómo está funcionando el acuerdo a los cuatro años, con posibilidad de ajustes o futuras renovaciones.

Un hito en la relación post-Brexit

Más allá de sus implicaciones técnicas, este acuerdo refuerza la idea de que el Reino Unido y la UE siguen encontrando terreno común en ámbitos clave como el digital y la protección de la privacidad. Mantener un nivel de protección de datos equivalente al europeo no solo facilita el intercambio de información, sino que también fortalece la confianza para futuras colaboraciones en tecnologías emergentes y regulación digital.