Implica considerar las preocupaciones sociales, ambientales y económicas en sus valores, cultura, toma de decisiones, estrategia y operaciones, de manera transparente y responsable, con el fin de establecer mejores prácticas.

Las empresas socialmente responsables aportan una serie de beneficios a la sociedad que contribuyen a su sostenibilidad, la mejora de su imagen y el aumento de la confianza por parte de los inversores, en definitiva, a generar valor compartido.

Gobierno Corporativo:

El buen gobierno corporativo se refiere a la manera en que una empresa se organiza y toma decisiones. Involucra la transparencia, la rendición de cuentas, la equidad y la responsabilidad. En otras palabras, se trata de garantizar que una empresa funcione de manera ética y cumpla con las leyes y regulaciones aplicables. Esto implica una dirección clara, una gestión eficiente de los recursos y la protección de los derechos de los accionistas.

El gobierno corporativo se sitúa entre las cuestiones centrales de la RSC, desempeñando, además, un papel crucial al ayudar a la empresa a detectar y gestionar eficazmente los riesgos de índole social y ambiental, contribuyendo así a su sostenibilidad a largo plazo.

Por ello, la adopción de prácticas responsables y un sólido gobierno corporativo son indispensables para el éxito y la contribución positiva de las empresas a la sociedad y el entorno en el que operan. Estos pilares no solo definen la esencia de una organización, sino que también son la clave para su viabilidad a largo plazo y su impacto positivo en la comunidad.