¿Cómo evitar las conductas más frecuentes de acoso laboral?
El acoso laboral es un problema que afecta a la salud de los empleados y por ley, las empresas españolas tienen la obligación de proporcionar un lugar de trabajo seguro y libre de acoso.
El acoso laboral consiste en realizar acciones ofensivas frente a un trabajador de forma continuada en el lugar de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo define como: “Acción verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de trabajo en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta”.
Es por ello que existen algunas conductas que se deben evitar ya sea gracias a la formación de la plantilla o gracias a un protocolo antiacoso.
Las conductas hacia la víctima más frecuentes son:
Acoso moral. Hace referencia al tipo de acoso que se centra en el estado de ánimo de la víctima. Conlleva un desprecio hacia la persona que busca minar su moral y hacerle perder su autoestima.
No dirigirle la palabra al compañero del trabajo, con tal de aislarlo o destinarlo a oficinas más alejadas de los demás integrantes del equipo.
Ridiculizar mediante comentarios o rumores sobre la víctima.
Cambiar las condiciones de trabajo o sus responsabilidades sin tener una justificación clara.
Acoso por parte de a autoridad jerárquica, ya sea un gerente, encargado o jefe de equipo.
Del mismo modo, también existe una clasificación de las intenciones que se persiguen con el mobbing:
Cuando se utiliza el miedo al despido o la sanción.
De modo estratégico, como por ejemplo forzar una renuncia para evitar una indemnización por despido.
Con el interés de conseguir una mayor productividad.
Vengativo, no supone un interés concreto más que el de la personalidad del acosador.
¿Cuándo se considera que hay acoso laboral?
Es repetido durante un tiempo prolongado cuando se ejerce, también es necesario que existan al menos dos actores, el acosador y la víctima. Deben existir conductas acosadoras cuyo interés sea destruir la reputación o le impida desarrollar su tareas correctamente.
También debe estar relacionado con el lugar que ocupa en la empresa, pudiendo ser el acoso vertical u horizontal. Es un proceso que atraviesa varias fases desde su inicio hasta que la víctima es marginada o excluida de la empresa. De forma que tiene efectos perjudiciales en la salud de la víctima.
¿Cómo afrontar psicológicamente la situación?
Es esencial recibir apoyo psicológico con tal de evitar las situaciones perjudiciales para la salud derivadas de sufrir acoso. En caso de que sea insostenible, el trabajador debería acudir a su médico de cabecera informándole de los hechos y si la situación lo requiere, solicitando la baja médica.
Tanto el médico cómo el especialista podrán elaborar un informe detallando el estado del trabajador y si padece alguna enfermedad, siendo parte de las pruebas a favor de la víctima.
Las terapias más utilizadas contra el mobbing se basan en la identificación y desafío de pensamientos negativos, así como enfocar las interpretaciones de situaciones para que sean menos perjudiciales. También puedes leer nuestro artículo sobre en qué consiste la indemnización por acoso.
Consecuencias
El acoso puede acarrear varias consecuencias psicológicas como es el caso de ansiedad, depresión, ataques de pánico y sentimientos de inutilidad. Síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos o fatiga crónica. Además, puede tener consecuencias sobre los compañeros, en el que pueden tener miedo de convertirse en las siguientes víctimas. Así como también puede tener consecuencias sociales que conllevan aislamiento, dificultad para relacionarse en el entorno laboral. Si estás siendo víctima, puedes consultar nuestro artículo sobre que hacer en caso de sufrir acoso laboral.
¿En qué consiste un protocolo de prevención frente al acoso?
Un protocolo de acoso laboral es un conjunto de medidas y procedimientos diseñados para identificar, prevenir y gestionar situaciones de violencia psicológica en el entorno de trabajo.
Su objetivo es garantizar un ambiente laboral seguro y respetuoso, donde ninguna persona empleada sea sometida a conductas reiteradas de hostigamiento o discriminación que puedan afectar su bienestar y salud mental. Este protocolo se basa en normativas como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la Ley de Igualdad, que establecen la obligación de las empresas de prevenir el acoso y proporcionar mecanismos de denuncia efectivos.
El protocolo debe incluir una declaración de principios en la que la empresa exprese su compromiso con la erradicación del acoso, así como definir su ámbito de aplicación y las exclusiones pertinentes. Además, debe establecer medidas de prevención, como la sensibilización y formación del personal, así como mecanismos claros para la denuncia y gestión de los casos de acoso laboral, sexual o por razón de sexo.
En Forlopd, somos especialistas en ayudar a empresas de diferente índole a implantar planes de prevención del acoso laboral. Puedes consultar más información sobre nuestro servicio aquí.