Principios en el tratamiento de datos personales

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) define una serie de principios a tener en cuenta en su normativa algunos de los cuales son los siguientes:

Licitud, transparencia y lealtad: Las organizaciones deben tratar los datos de manera lícita, leal y transparente para el interesado.
Finalidad: Las organizaciones no pueden tratar los datos recopilados con una finalidad distinta de la determinada o explícita en las condiciones iniciales.
Minimización de datos: Las organizaciones deben aplicar medidas para garantizar que solo traten los datos necesarios para cada fin específico.
Exactitud: Los responsables del tratamiento de datos tienen la obligación de implementar medidas para mantener los datos actualizados y exactos.
Limitación del plazo de conservación: la conservación de los datos debe limitarse en el tiempo a la finalidad que se persigue, una vez estas finalidades se ha logrado, deben ser borrados, bloqueados o anonimizados.
Seguridad: Quienes tratan datos deben analizar los riesgos y determinar las medidas necesarias para garantizar la disponibilidad, confidencialidad e integridad de la información.
Responsabilidad activa: Los responsables del tratamiento deben proteger y garantizar los derechos y libertades de las personas. Para ello, deben basarse en un análisis de los riesgos que implica el tratamiento de datos.

Otros detalles sobre los principios del Reglamento de Protección de Datos

Las organizaciones deben cumplir con los principios del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esto garantiza un tratamiento adecuado y ético de la información personal.

El principio de licitud, transparencia y lealtad exige claridad sobre la recopilación de datos. Las organizaciones deben informar a los titulares cómo y por qué obtienen su información. Este principio es la base de toda actividad relacionada con los datos personales.

El principio de finalidad refuerza esta protección. Exige que las organizaciones utilicen los datos solo para los fines específicos por los que fueron recopilados. Así, evita usos indebidos o inesperados que vulneren la confianza de los ciudadanos.

El principio de minimización de datos impulsa a las entidades a limitar la recopilación de información al mínimo necesario. Esto reduce riesgos y protege la privacidad de los individuos.

Este principio se complementa con la exactitud. Obliga a las organizaciones a garantizar que los datos sean correctos y se mantengan actualizados. Así, minimiza errores y consecuencias negativas para los titulares.

La limitación del plazo de conservación exige eliminar los datos cuando ya no sean necesarios. Así, impide su almacenamiento indefinido sin justificación.

En paralelo, el principio de seguridad obliga a las organizaciones a implementar medidas técnicas y organizativas para proteger la información frente a accesos no autorizados o pérdidas. Finalmente, el principio de responsabilidad activa demanda que los responsables del tratamiento demuestren su compromiso con la protección de datos, asegurando el cumplimiento normativo y fortaleciendo la confianza en el ecosistema digital.

Cumplimiento Normativo RGPD Forlopd

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