¿Los datos médicos de los relojes inteligentes pueden acabar en la Deep Web?

El reloj inteligente es un dispositivo o wereable que llevamos encima casi las 24 h del día y no solo es capaz de registrar nuestros pasos, sino nuestra frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno en sangre, nuestro nivel de actividad física y muchos otros indicadores.

Estos datos a menudo los pasamos por alto, aunque tienen un valor superior en la deep web a nuestra información bancaria. Los wereables pueden identificar la calidad de nuestro sueño o detectar episodios de hipertensión. Estos dispositivos generan cada año miles de millones de datos procedentes de 500 millones de usuarios en todo el mundo.

El riesgo surge cuando esta información sensible puede terminar en la deep web, donde se comercializa con datos personales de alto valor.

¿Quién puede acceder a estos datos?

Dependiendo de la configuración del dispositivo y las aplicaciones vinculadas, pueden acceder a ellos fabricantes de los wearables, aplicaciones de salud, aseguradoras, anunciantes e incluso ciberdelincuentes si hay brechas de seguridad.

Riesgos adicionales del uso de wearables

Por ello proteger esta información debería ser tan prioritario como proteger nuestra cuenta bancaria.

Más allá del robo de información en la Deep Web, los datos de salud recopilados por los wearables pueden generar otros problemas si no se manejan correctamente:

Filtraciones accidentales: Aplicaciones con fallas de seguridad pueden exponer datos de forma involuntaria, incluso si no se busca venderlos.

Perfilado de hábitos personales: Con información suficiente, terceros pueden crear un perfil detallado de nuestras rutinas, hábitos de sueño y actividad física, lo que afecta nuestra privacidad.

Impacto psicológico: La constante monitorización puede generar ansiedad en algunos usuarios, especialmente si los dispositivos notifican irregularidades o cambios en la salud que no tienen relevancia clínica inmediata.

Tendencias y futuro de los wearables en la salud

Los relojes inteligentes no solo sirven para el seguimiento básico de pasos o ritmo cardíaco; la tecnología evoluciona rápidamente:

Detección temprana de enfermedades: Algunos dispositivos avanzados pueden identificar arritmias, apnea del sueño o variaciones en la presión arterial antes de que aparezcan síntomas graves.

Integración con telemedicina: Los wearables pueden transmitir datos directamente a profesionales de la salud, permitiendo seguimiento remoto y personalizado.

Inteligencia artificial y análisis predictivo: Combinando millones de datos, las plataformas de salud pueden predecir riesgos y sugerir hábitos saludables de manera personalizada.

Buenas prácticas para proteger tus datos de salud

Además de usar contraseñas fuertes y autenticación en dos pasos, existen otras medidas preventivas:

Antes de aceptar términos en aplicaciones o dispositivos, revisa cómo se recopilan, almacenan y comparten los datos.

Evitar redes públicas ya que sin cifrado, la información de salud transmitida a través de Wi-Fi público puede ser interceptada.

Desactivar funciones innecesarias, muchos wearables permiten desactivar el registro de datos sensibles si no se requiere.

Almacenamiento local seguro, Preferir opciones que guarden datos de manera local o cifrada en lugar de sincronizarlos automáticamente con servidores externos.

Proteger los datos personales es esencial para evitar riesgos como recibir publicidad enfocada a ámbitos que vulneran la privacidad personal, ver comprometida información sobre datos de salud o incluso ser discriminado en seguros si la información se filtra y acaba en su conocimiento.

Disponer de buenas prácticas para evitarlo puede ayudar a que los datos estén en fuentes seguras minimizando los riesgos. En Forlopd ayudamos a empresas y profesionales a mejorar sus procesos para cumplir con las exigencias normativas. Puedes solicitarnos un análisis de cumplimiento sin coste y nuestros especialistas revisarán tu negocio y te guiarán en el proceso.