Según el Instituto de las Mujeres, las pensiones de las mujeres son un 31% más bajas que las de los hombres

Según el informe del organismo autónomo adscrito al Ministerio de Igualdad, donde se analiza la brecha de género en las pensiones, revela que:

A pesar de los avances de los últimos años en materia de igualdad, los datos analizados revelan que las mujeres continúan en situación de desprotección económica en el momento de la jubilación. De media, en el informe a enero de 2025, las pensiones de los hombres ascendían a 1.564,53 euros, sin embargo en el caso de las mujeres, se situaba en 1071,76 euros, representando una brecha considerable.

El sistema de pensiones actual fue concebido sobre un modelo de trabajador masculino, con trayectorias laborales largas, estables y a tiempo completo. Esta configuración, aparentemente neutra, en realidad penaliza a quienes han tenido carreras fragmentadas o con interrupciones, como es el caso de muchas mujeres por sus responsabilidades de cuidado.

Aunque se han adoptado algunas medidas correctoras, como complementos por maternidad o por brecha de género, la evidencia muestra que estas han sido insuficientes e incluso, en algunos casos, han reproducido desigualdades

El informe pone en evidencia la desigualdad entre hombres y mujeres tiene su impacto en el ámbito de la vejez a través de las desigualdad económica y de calidad de vida.

Más allá de las pensiones contributivas, las pensiones de viudedad por ejemplo ponen de manifiesto la brecha de género existente como también en las pensiones relativas a la discapacidad, migrantes, etnia gitana o en familias monoparentales, donde existen mayores dificultades para acceder a pensiones dignas.

Propuestas de acción para reducir la desigualdad en las pensiones

A partir del informe completo, accesible desde este enlace, donde se analiza el sistema público de pensiones, así como una aproximación estadística a la brecha de género de pensiones y los factores sociolaborales que influyen en esta desigualdad. Se definen unas líneas de acción a seguir por parte de las administraciones, algunas de las cuales son:

Abordar de forma coordinada las políticas del modelo contributivo en diversos ámbitos como por ejemplo la flexibilidad de los requisitos, o el reconocimiento del trabajo de los cuidados en el sistema de pensiones. Incluyendo una educación financiera que empodere a las mujeres especialmente a las que se encuentra en situación de vulnerabilidad.

  • Reconocer el trabajo de cuidados como parte del sistema contributivo, mediante créditos de cotización por cuidado de hijos, mayores o personas dependientes.
  • Reformar el modelo contributivo hacia un sistema mixto, que combine la contribución con mecanismos solidarios, garantizando ingresos mínimos dignos en la vejez.
  • Mejorar las políticas de conciliación, con servicios públicos de cuidado que reduzcan la carga desigual sobre las mujeres.
  • Revalorizar las pensiones mínimas y reforzar el complemento por brecha de género como medida estructural y no solo compensatoria.
  • Incorporar un enfoque interseccional, que atienda la situación particular de mujeres migrantes, con discapacidad, en entornos rurales o en familias monomarentales

La reforma del sistema debe asegurar que las desigualdades laborales del presente no se traduzcan en desigualdades económicas durante la vejez. Reconocer el valor social de los cuidados, visibilizar las trayectorias invisibles de las mujeres y reforzar los principios de equidad y suficiencia son pasos esenciales para construir un modelo de pensiones más inclusivo y justo para toda la sociedad.

En Forlopd trabajamos con tal de disminuir las desigualdades de género para ayudar a profesionales y empresas a adaptar sus procesos para cumplir con la ley de igualdad, donde es obligatorio disponer de un plan de igualdad para empresas de 50 o más trabajadores. Puedes solicitarnos más información a través de nuestro formulario de contacto.