Con la proximidad de las celebraciones de Fallas y Pascua, entre otras festividades, surge una cuestión crucial: ¿Cómo podemos garantizar el cumplimiento normativo y la protección de datos al capturar y compartir fotos en redes sociales durante estos festejos?

La imagen, como dato valioso, está sujeta a una protección especial por parte de las leyes, lo que nos obliga a abordar este tema con cautela para evitar infringir el derecho a la propia imagen y la privacidad de las personas involucradas.

En primer lugar, es fundamental comprender que la difusión de imágenes en redes sociales sin el consentimiento expreso del titular es considerada agravante, especialmente debido a la magnitud e instantaneidad de estas plataformas. Por lo tanto, no podemos depender únicamente de la excepción de actividad doméstica establecida por el RGPD. En consecuencia, obtener el consentimiento expreso de quienes aparecen en nuestras fotos o videos es crucial para cumplir con la normativa aplicable.

Sin embargo, sabemos que obtener el consentimiento en este contexto puede ser complicado en muchas ocasiones. Por ello, es importante considerar medidas alternativas para garantizar un uso lícito de las imágenes capturadas durante estas festividades. Una opción efectiva es hacer que las personas no sean identificables utilizando técnicas como el pixelado o parches de privacidad. Es importante recordar que el concepto de «datos personales» abarca cualquier información que pueda identificar a una persona física, no limitándose únicamente al rostro. Por lo tanto, estas técnicas deben garantizar la completa anonimización de las personas físicas que aparecen en las imágenes.