
Se percibe el riesgo como algo lejano que únicamente sucede a otros, y la desinformación impide que se tomen medidas. Y esta percepción se generaliza en las PYME; por eso no es de extrañar que 7 de cada 10 ataques se cometan en este tipo de empresas.
Actualmente la palabra ‘Ciberseguridad’ a todos nos suena, pero no sabemos realmente hasta qué punto puede afectar a nuestro día a día, tanto a nivel personal como profesional.
Son muchas las áreas que hay pendientes por cubrir en todas las empresas a nivel de ciberseguridad y pocas las que realmente son conscientes de ello.
Una simple recepción de un email haciéndose pasar por una empresa de transportes puede llevarnos a la pérdida total de nuestros archivos a través de un ataque de Ransomware, el cual cifraría la información más valiosa, repercutiendo en una pérdida incalculable de información.
BUENA PRAXIS PARA PREVENIR VULNERABILIDADES
Un correcto análisis de vulnerabilidades es imprescindible tanto a nivel preventivo como si ya se ha sido víctima de un ciber-ataque.
Más del 90% de las pymes en algún momento han sufrido algún tipo de robo de información confidencial y la mayoría de ocasiones esta se ha producido por personal de la propia empresa.